El arroz con cocolón es un plato que nos encanta por su capa inferior crujiente, que se hace por cocinar el arroz a fuego lento hasta que se forma una costra dorada y sabrosa en el fondo de la olla. Esta parte tostada, junto con el arroz más suave de arriba, crea un contraste delicioso en textura y sabor, convirtiéndolo en un acompañamiento perfecto para cualquier comida. Su simplicidad resalta el sabor y proporciona una experiencia única que es tanto satisfactoria como reconfortante.
Comienza por lavar el arroz bajo el chorro de agua fría hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón y contribuye a que el cocolón sea más crujiente.
En una olla de fondo grueso, calienta el aceite a fuego medio-alto.
Añade el arroz escurrido y tóstealo en el aceite caliente, revolviendo constantemente, hasta que los granos se vuelvan ligeramente dorados y translúcidos, aproximadamente 3-5 minutos.
Incorpora el agua o caldo de pollo y la sal. Lleva la mezcla a ebullición.
Reduce el fuego al mínimo, cubre la olla y deja cocinar a fuego lento durante unos 20 minutos, o hasta que el agua se haya absorbido y el arroz esté cocido.
Una vez que el arroz esté cocido, aumenta el fuego a medio-alto durante unos minutos hasta que escuches un chisporroteo que indica que se está formando el cocolón en el fondo.
Apaga el fuego y deja que el arroz repose tapado durante unos 5 minutos. Luego, con una espátula, raspa el fondo de la olla para sacar el cocolón.
Para un sabor más intenso: Puedes añadir ajo finamente picado o cebolla al tostar el arroz.
Variedad en el cocolón: Para un cocolón extra crujiente, algunos chefs recomiendan mezclar una cucharada de azúcar en el aceite caliente antes de agregar el arroz.
Variación con hierbas: Añade hierbas frescas como cilantro o perejil picado después de cocinar el arroz para darle un toque fresco.
Recuerda que la clave para un buen cocolón es el calor y el tiempo de cocción: ni demasiado alto ni demasiado rápido. Debes estar atento para que se tueste sin quemarse.