Si necesitas una salsa deliciosa y facil de hacer para acompañar tus camarones fritos o papas fritas, la salsa agridulce es una de esas salsas que, sin duda, tiene el poder de elevar cualquier plato a otro nivel. La combinación perfecta entre lo dulce y lo ácido es simplemente irresistible y, aunque muchos la asocian con la comida china, su origen es mucho más diverso. La historia de esta salsa comienza en la antigua China, donde el equilibrio entre sabores ha sido fundamental en su gastronomía durante siglos. La salsa agridulce fue desarrollada para acompañar platos de carne, especialmente el cerdo, y realzar su sabor sin opacarlo.
Una de las cosas que me encanta de esta salsa es que no solo queda increíble con platos orientales; también puedes usarla en ensaladas, para marinar carnes, o incluso como dip para papas fritas. Lo mejor de todo es que puedes personalizarla a tu gusto: algunos le agregan piña para darle un toque tropical, otros prefieren más vinagre si les gusta un sabor más ácido. En mi caso, me gusta con un toque extra de miel para que tenga esa dulzura equilibrada.
Prepararla es facilísimo y los ingredientes son muy accesibles: azúcar, vinagre, salsa de tomate, y a veces un toque de salsa de soja o jengibre para darle más profundidad al sabor. En menos de 10 minutos tienes una salsa casera que no tiene nada que envidiarle a las versiones de restaurante.
Así que si quieres darle un giro interesante a tus comidas, te recomiendo que pruebes hacer esta salsa agridulce en casa. Es una receta que no puede faltar en tu casa, y te aseguro que una vez que la pruebes, ¡vas a querer ponerla en todo!
En una cacerola pequeña, mezcla el vinagre, el azúcar, el ketchup, la salsa de soya, y el agua. Añade la sal y el ajo en polvo si lo estás utilizando.
Lleva la mezcla a fuego medio y remueve constantemente hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla comience a hervir.
Reduce el fuego a bajo y agrega la mezcla de maicena y agua, removiendo constantemente. Cocina por 1-2 minutos hasta que la salsa espese y adquiera una consistencia suave y ligeramente viscosa.
Prueba la salsa y ajusta el sabor según tu preferencia, añadiendo un poco más de azúcar para mayor dulzura o más vinagre para un toque más ácido. Retira del fuego y deja enfriar un poco antes de servir.
Agrega una pizca de hojuelas de chile o una pequeña cantidad de sriracha para un toque picante.
Para una salsa agridulce estilo tropical, añade una o dos cucharadas de jugo de piña o trocitos de piña en conserva.
Si prefieres una salsa más líquida, reduce la cantidad de maicena. Para una salsa más espesa, agrega un poco más de maicena disuelta en agua y cocina hasta alcanzar la consistencia deseada.
Puedes usar miel o azúcar moreno para un sabor más profundo.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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