Una crema de champiñones es uno de esos platos que siempre te pueden salvar el día si quieres algo rápido para hacer. Su suavidad y sabor profundo la convierten en una opción reconfortante, perfecta para esos días fríos o cuando simplemente quiero algo cálido y delicioso. Lo mejor es que es súper fácil de hacer y con unos cuantos ingredientes puedes lograr una crema que sabe a restaurante.
Los champiñones tienen una larga historia en la cocina, y su uso se remonta a siglos atrás en distintas culturas. Son conocidos por su sabor umami, esa quinta esencia del sabor que es salada y llena de profundidad. En Europa, especialmente en Francia, las sopas de crema como esta se volvieron muy populares desde el siglo XVIII, y la crema de champiñones se ha ganado su lugar como una de las favoritas.
Lo genial de esta receta es que puedes hacerla más ligera o más cremosa, según tu preferencia. A veces, le añado un toque de ajo o vino blanco para darle más sabor, y si quiero que sea un poco más gourmet, le añado unas láminas finas de champiñones salteados como topping. También puedes jugar con la textura: a algunos les gusta más líquida, mientras que otros prefieren dejar algunos trozos de champiñones para disfrutar de ese toque extra.
Si te animas a preparar esta receta, estoy segura de que se convertirá en una de tus favoritas. ¡Es perfecta para acompañar cualquier comida o como entrada en una cena especial!
En una olla grande, derrite la mantequilla o calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade los champiñones cortados en láminas junto con la cebolla y el ajo.
Cocina durante 8-10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los champiñones suelten su agua y estén dorados.
Espolvorea la harina sobre los champiñones y mezcla bien. Cocina por 1-2 minutos para eliminar el sabor a crudo de la harina.
Añade el caldo de pollo o verduras a la olla, removiendo para evitar grumos. Deja que la mezcla llegue a ebullición y luego reduce el fuego. Cocina a fuego lento durante 10 minutos para que los sabores se mezclen.
Usa una licuadora de inmersión o un procesador de alimentos para licuar la sopa hasta obtener una textura suave y cremosa. Si prefieres una sopa más rústica, puedes dejar algunos trozos de champiñones sin licuar.
Una vez licuada, vuelve a colocar la sopa en la olla y añade la crema de leche. Cocina a fuego lento durante 2-3 minutos más, removiendo bien hasta que todo esté bien integrado.
Ajusta el sabor con sal, pimienta, y si lo deseas, agrega un toque de tomillo.
Sirve la crema de champiñones caliente, decorada con perejil fresco picado. Acompáñala con pan crujiente o tostadas.
Sustituye la mantequilla por aceite de oliva y la crema de leche por leche de coco o crema vegetal.
Para un toque extra de sabor, puedes añadir un chorrito de vino blanco al sofrito de champiñones antes de añadir el caldo.
Si te gusta encontrar trozos de champiñones en la sopa, reserva algunos champiñones dorados antes de licuar la mezcla.
Añade un poco de queso parmesano rallado al servir para un toque de sabor más intenso.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
Seguir leyendo