El pastel de fresa es uno de esos postres que me recuerdan a las celebraciones familiares, con su mezcla perfecta de dulce y fresco. Es un clásico que nunca pasa de moda y siempre logra robarse el show en cualquier reunión. Este pastel destaca por sus capas esponjosas de bizcocho, su crema suave y, por supuesto, esas fresas jugosas que le dan un toque espectacular tanto en sabor como en presentación.
Aunque no tiene un origen exacto, los pasteles con frutas frescas se popularizaron en Europa, especialmente en Francia, donde la pastelería siempre ha destacado. El pastel de fresa, en particular, se convirtió en un ícono en Estados Unidos durante el siglo XX, gracias a su versatilidad y a la frescura que aporta esta fruta. Lo mejor es que las fresas, además de deliciosas, son ricas en vitamina C, lo que convierte este postre en una dulce indulgencia con un toque nutritivo.
Lo interesante de este pastel es que puedes personalizarlo según tus gustos. A veces, me gusta añadirle un poco de mermelada de fresa entre las capas o decorar la parte superior con fresas enteras y un toque de chocolate blanco rallado. También puedes hacer una versión más ligera sustituyendo la crema por yogur griego.
Este pastel es ideal para cumpleaños, días especiales o incluso para sorprender a alguien querido. Y lo mejor de todo es que es tan bonito que no solo conquista con el sabor, sino también con la vista. Si quieres disfrutar de un postre clásico con un toque fresco, ¡te recomiendo que prepares este pastel de fresa en casa! Te aseguro que será un éxito total.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina dos moldes redondos de 20 cm (8 pulgadas).
En un tazón, combina la harina, el polvo de hornear y la sal. Reserva.
En otro tazón, bate la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y clara (aproximadamente 3-4 minutos).
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Incorpora la vainilla.
Añade la mezcla de harina en tres partes, alternando con la leche, comenzando y terminando con la harina. Bate a velocidad baja hasta que todo esté bien mezclado.
Divide la masa entre los dos moldes preparados. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Deja enfriar completamente antes de desmoldar.
Bate la crema para batir con el azúcar glas hasta formar picos suaves. Reserva en el refrigerador.
Coloca una capa de bizcocho en un plato o base para pasteles. Esparce una capa delgada de mermelada de fresa (si la usas), una capa de crema batida y distribuye rodajas de fresas frescas por encima. Coloca la segunda capa de bizcocho encima.
Cubre el pastel con el resto de la crema batida y decora con más fresas frescas en la parte superior. Puedes hacer diseños con las fresas para darle un toque especial.
Puedes usar frambuesas o arándanos si prefieres un sabor diferente.
Agrega un poco de ralladura de limón o naranja a la masa del bizcocho para un toque cítrico.
Guarda el pastel en el refrigerador si no se consumirá de inmediato; es mejor servirlo fresco.
Añade virutas de chocolate blanco o coco rallado para un toque extra de sabor y textura.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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