El día de hoy quiero compartirte un postre fácil de hacer, ¡el Cheesecake de fresa es una de esas recetas que nunca falla y siempre le gusta a todos! Si te encantan los postres cremosos y con un toque de frescura, esta receta es perfecta para ti. Es un clásico en muchas cocinas, y no es de extrañar, ya que combina la suavidad del cheesecake y el toque ácido y dulce de las fresas frescas.
Lo interesante de esta receta es que, aunque muchos piensan que el cheesecake es un postre moderno, sus orígenes se remontan a la antigua Grecia, donde ya preparaban algo similar usando queso. Sin embargo, la versión que conocemos hoy en día, con base de galletas y esa textura suave y cremosa, es típica de Estados Unidos, especialmente de Nueva York, donde se popularizó en el siglo XX.
En esta version de cheesecake de fresa, me encanta añadir una base crujiente de galletas trituradas que contrasta perfectamente con la cremosidad del relleno. Y lo mejor es que puedes usar fresas frescas o hacer una salsa de fresas casera para cubrirlo, ¡lo que lo hace aún más irresistible! La fresa no solo le da un toque de color vibrante, sino también una explosión de sabor que equilibra la riqueza del queso crema.
Este cheesecake es ideal para celebraciones especiales o simplemente para darte un gusto en casa. Lo que más me gusta es que, aunque parece un postre elaborado, es muy fácil de preparar y siempre impresiona a quien lo prueba. Aquí te dejo mi receta favorita para que puedas hacerlo y disfrutarlo tanto como yo. ¡Te aseguro que te va a encantar!
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Tritura las galletas en un procesador de alimentos o colócalas en una bolsa y aplástalas con un rodillo hasta obtener migas finas.
Mezcla las migas de galletas con la mantequilla derretida hasta que quede una masa húmeda.
Presiona esta mezcla en el fondo de un molde desmontable de unos 23 cm de diámetro, formando una capa uniforme. Hornea la base durante 10 minutos y luego deja enfriar.
En un tazón grande, bate el queso crema hasta que esté suave. Agrega el azúcar y continúa batiendo hasta que esté bien integrado.
Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Luego, incorpora la crema agria y la vainilla, mezclando hasta obtener una mezcla suave.
Si deseas mayor firmeza, puedes añadir la cucharada de harina a la mezcla.
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas en el molde. Alisa la parte superior con una espátula.
Hornea el cheesecake durante 50-60 minutos o hasta que los bordes estén dorados y el centro aún se mueva ligeramente.
Apaga el horno y deja enfriar el cheesecake dentro del horno con la puerta entreabierta durante una hora. Luego, refrigéralo durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.
En una cacerola, coloca las fresas, el azúcar y el jugo de limón. Cocina a fuego medio durante unos 5-10 minutos, hasta que las fresas suelten su jugo y se forme un jarabe.
Si prefieres una cobertura más espesa, disuelve la maicena en agua y añádela a la mezcla de fresas. Cocina por 1-2 minutos adicionales hasta que espese.
Deja enfriar la cobertura a temperatura ambiente.
Una vez que el cheesecake esté completamente frío, esparce la cobertura de fresas por encima. Sirve frío y disfruta.
Puedes sustituir las galletas tipo María por galletas de chocolate o de avena para darle un toque diferente.
Si no tienes fresas, puedes usar otras frutas como frambuesas, arándanos o una mezcla de frutas del bosque para la cobertura.
Si prefieres una versión sin horno, usa gelatina sin sabor para el relleno y deja enfriar en la nevera hasta que esté firme.
Agrega ralladura de limón o naranja al relleno para darle un toque cítrico fresco.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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