La crema de maíz es uno de esos platos que siempre me hace sentir en casa. Su textura suave y cremosa, combinada con el dulzor natural del maíz, la convierte en una opción perfecta para acompañar cualquier comida o incluso disfrutarla como plato principal. Es un clásico en muchas cocinas alrededor del mundo, pero especialmente en América Latina, donde el maíz es un ingrediente básico y lleno de historia.
El maíz, conocido como «el oro de los pueblos originarios,» ha sido un alimento fundamental en las culturas prehispánicas de América durante siglos. La crema de maíz, como la conocemos hoy, es una deliciosa adaptación que aprovecha este ingrediente tan versátil. Lo que más me gusta de esta receta es que puedes prepararla con maíz fresco, congelado o enlatado, lo que la hace súper práctica.
Un dato curioso es que esta crema es muy popular en países como México, donde suele servirse con un toque de chile en polvo y queso fresco, o en Estados Unidos, donde se ha convertido en un acompañamiento tradicional en cenas festivas como el Día de Acción de Gracias. ¡Cada versión tiene su encanto!
Además, la crema de maíz es súper personalizable. Puedes hacerla más ligera añadiendo caldo en lugar de crema, o más indulgente, agregando queso rallado y un toque de mantequilla. También es una excelente opción para quienes buscan una comida sin gluten, ya que el maíz no contiene esta proteína.
Preparar crema de maíz siempre me recuerda la importancia de los ingredientes simples pero llenos de sabor. Es un plato que nunca pasa de moda y que, sin importar cómo lo sirvas, siempre traerá sonrisas a la mesa. ¡Te animo a probarla y disfrutarla tanto como yo!
Derrite la mantequilla en una olla grande a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo picados y sofríe durante 2-3 minutos hasta que estén suaves y fragantes.
Agrega los granos de maíz a la olla y cocina por 5 minutos, removiendo ocasionalmente.
Espolvorea la harina sobre el maíz y mezcla bien. Cocina por 1 minuto para eliminar el sabor crudo de la harina.
Vierte el caldo de pollo o verduras y la leche. Remueve bien para combinar. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego. Cocina a fuego lento durante 10 minutos.
Transfiere la mezcla a una licuadora o utiliza una batidora de inmersión para procesar la crema hasta obtener una textura suave. Si prefieres una textura más rústica, puedes dejar algunos trozos sin licuar.
Regresa la mezcla a la olla y añade la crema de leche. Cocina por 5 minutos más, ajustando la sal y pimienta al gusto.
Sirve la crema caliente en tazones, decorada con perejil fresco o cebollín picado. Acompaña con pan tostado o crutones si lo deseas.
Si quieres un toque dulce, agrega una pizca de azúcar al final.
Para una versión más ligera, reemplaza la crema de leche por leche evaporada.
Puedes incorporar queso rallado al final para darle un sabor más rico.
Añade trozos de chile poblano o jalapeño para una versión ligeramente picante.
Si quieres una textura más cremosa, pasa la mezcla por un colador después de licuar.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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