Si eres amante de las alitas de pollo fritas en los restaurantes, hoy te voy a enseñar a como hacerlas en casa, son ese antojo que siempre cae bien, ya sea para una reunión con amigos o una cena rápida en casa. Son crujientes por fuera, jugosas por dentro, y llenas de sabor en cada mordida. A mí me encanta prepararlas porque son súper versátiles: puedes hacerlas picantes, dulces o con un toque de ajo y mantequilla, según lo que se te antoje ese día.
El origen de las alitas fritas, como muchos saben, está ligado a Buffalo, Nueva York. Se dice que las primeras alitas estilo Buffalo fueron creadas en un pequeño bar de esa ciudad en los años 60, y desde entonces se han vuelto un clásico. Lo interesante de esta receta es cómo un simple corte de pollo que antes no se usaba mucho, se transformó en una de las comidas más populares en los Estados Unidos y más allá.
Lo que hace especiales a las alitas fritas es su crujiente exterior. Para lograr esa textura perfecta, es importante secar bien las alitas antes de freírlas, y freírlas a una temperatura constante para que queden doraditas y deliciosas. A veces, las acompaño con un aderezo ranch o de queso azul para balancear lo picante de la salsa.
Además, son perfectas para compartir. Puedes hacer una gran bandeja de alitas con diferentes salsas, y cada quien puede elegir su favorita. Es un plato que siempre sorprende y gusta, sin importar la ocasión.
Por lo que s4i buscas una receta que sea fácil de preparar, deliciosa y que le guste a todos, las alitas de pollo fritas son la respuesta. ¡Aquí te dejo mi receta favorita para que las pruebes en casa y disfrutes de ese crujiente que tanto nos gusta!
Si prefieres adobar las alitas para darles más sabor, colócalas en un tazón grande y agrega el jugo de limón, el ajo machacado y la salsa de soja. Déjalas marinar en el refrigerador por al menos 30 minutos (opcional).
En un tazón grande, mezcla la harina con el ajo en polvo, cebolla en polvo, pimentón, pimienta negra, cayena (si la usas) y sal. Esto creará una capa crujiente y sabrosa para las alitas.
Si has marinado las alitas, sécalas con toallas de papel.
Cubre cada alita con la mezcla de harina, sacudiendo el exceso de harina antes de freír.
Calienta suficiente aceite en una sartén grande o en una freidora a 180°C (350°F), asegurándote de que haya suficiente aceite para sumergir las alitas.
Fríe las alitas en tandas, cocinándolas durante 8-10 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes por fuera y bien cocidas por dentro.
Coloca las alitas fritas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve las alitas fritas calientes y acompáñalas con tus salsas favoritas, como salsa buffalo, barbacoa, o ranch.
Para una opción más ligera, puedes hornearlas a 200°C (400°F) durante 25-30 minutos, volteándolas a mitad del tiempo para que se doren de manera uniforme.
Después de freírlas, puedes bañar las alitas con salsa picante, salsa de miel y mostaza, o barbacoa para darle un toque diferente.
Puedes marinar las alitas en diferentes mezclas como salsa de soja y miel, o con jugo de naranja y especias para variar el sabor.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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