El brownie es uno de esos postres que siempre sacan una sonrisa. A mí me encanta porque tiene una textura que está entre un pastel y una galleta, lo que lo hace denso, suave y lleno de sabor. Se dice que el brownie nació en Estados Unidos, aunque, como con muchas recetas famosas, su origen tiene varias historias. La más famosa cuenta que fue inventado por accidente, cuando un cocinero olvidó añadir levadura a la masa de un pastel de chocolate. ¿Te imaginas? ¡Un error que terminó creando un clásico!
Lo increíble de los brownies es su versatilidad. Puedes hacerlos con nueces, almendras, trozos de chocolate o incluso un toque de caramelo. A mí me gusta experimentar con diferentes ingredientes para darles un giro único.
Otra cosa genial es que preparar brownies es muy sencillo. Solo necesitas ingredientes básicos como harina, azúcar, huevos, mantequilla y, por supuesto, mucho chocolate. Esa es la clave: elegir un buen chocolate para que el sabor sea intenso y delicioso.
Para muchos, el brownie es la representación perfecta del comfort food, ese tipo de comida que te hace sentir bien y que es perfecta para cualquier ocasión, desde una tarde de películas hasta una reunión con amigos. Además, si los sirves calientes con una bola de helado de vainilla, ¡es una combinación que nunca falla!
Si nunca has probado hacer brownies en casa, te animo a intentarlo. Es una receta que siempre queda bien y llena de alegría a quien la prueba. ¡Aquí te dejo la receta para que te unas al club de los amantes del brownie!
Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde cuadrado de aproximadamente 20x20 cm o cúbrelo con papel pergamino para evitar que el brownie se pegue.
En un tazón resistente al calor, derrite el chocolate y la mantequilla a baño maría o en intervalos de 30 segundos en el microondas, revolviendo cada vez para evitar que se queme. Mezcla hasta que esté suave y homogéneo. Deja enfriar ligeramente.
Añade el azúcar a la mezcla de chocolate y mantequilla derretidos y revuelve bien. Luego, incorpora los huevos uno a uno, mezclando después de cada adición. Añade el extracto de vainilla y mezcla hasta que todo esté bien integrado.
Tamiza la harina, el cacao en polvo y la sal en la mezcla y revuelve suavemente con una espátula o cuchara de madera hasta que todo esté bien combinado. Ten cuidado de no sobremezclar para mantener la textura densa y húmeda del brownie.
Si deseas, agrega nueces o chispas de chocolate en este momento y mézclalos en la masa.
Vierte la mezcla en el molde preparado y alísala con una espátula. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que los bordes estén firmes y el centro aún esté ligeramente húmedo. Para comprobar, introduce un palillo en el centro: debería salir con algunas migas húmedas, no completamente seco.
Deja enfriar el brownie en el molde durante 10-15 minutos, luego retíralo y colócalo en una rejilla para que termine de enfriarse. Una vez frío, corta en cuadrados del tamaño que prefieras.
Si prefieres los brownies más húmedos y densos, reduce el tiempo de cocción unos minutos.
Añade una pizca de café instantáneo a la masa para realzar el sabor del chocolate, o un toque de canela para un sabor diferente.
Además de nueces, puedes añadir almendras, avellanas o pecanas para una textura crujiente.
Agrega una capa de caramelo o una mezcla de dulce de leche en la parte superior antes de hornear para un toque extra.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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