A veces tienes un antojo de un postre en la tarde, pero no sabes que hacer, sin embargo, no te preocupes te traigo una receta facil y sencilla de hacer, te presento ¡el Cheesecake con Leche Condensada! Este postre es uno de mis favoritos por su cremosidad, sabor dulce y lo fácil que es de preparar. Y lo que hace especial a este postre es la combinación de ingredientes simples que, juntos, crean algo espectacular. La base de galleta es crujiente y sirve como el soporte perfecto para el relleno suave y cremoso hecho con queso crema y leche condensada. El toque de jugo de limón le da ese equilibrio perfecto entre dulce y ligeramente ácido.
En lo personal me gusta este cheesecake porque es súper versátil. Puedes disfrutarlo tal cual, o agregarle tu cobertura favorita como mermelada de frutas, chocolate o frutas frescas. Además, es ideal para cualquier ocasión: desde una cena familiar hasta un cumpleaños o una celebración especial. Tambien lo puedes servir con una variedad de acompañamientos como café, té, o una copa de vino, lo que lo hace ideal para diversas ocasiones, desde una merienda hasta una celebración especial.
¡Espero que disfruten tanto como yo preparando y degustando este delicioso Cheesecake con Leche Condensada! ¡Buen provecho!
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas.
Presiona la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable de 23 cm (9 pulgadas) para formar una base uniforme.
Hornea la base durante 10 minutos y luego déjala enfriar mientras preparas el relleno.
En un bol grande, bate el queso crema con una batidora eléctrica hasta que esté suave y cremoso.
Añade la leche condensada y mezcla hasta que estén bien combinados.
Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Agrega el extracto de vainilla y el jugo de limón, y mezcla hasta que todo esté bien combinado.
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas enfriada.
Hornea en el horno precalentado durante 50 minutos o hasta que el centro esté casi cuajado (puede moverse un poco al agitarlo, pero se asentará al enfriar).
Apaga el horno y deja el cheesecake dentro con la puerta entreabierta durante aproximadamente una hora para evitar que se agriete.
Retira el cheesecake del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerarlo durante al menos 4 horas o toda la noche.
Antes de servir, puedes cubrir el cheesecake con mermelada de frutas para darle un toque extra de sabor y color.
Puedes usar diferentes tipos de galletas para la base, como galletas de chocolate o de jengibre, para variar el sabor.
Si deseas un cheesecake más ligero, puedes usar queso crema bajo en grasa.
Además de mermelada, puedes añadir frutas frescas, chocolate rallado o incluso una capa de caramelo.
Para un toque elegante, puedes servir cada porción con una hoja de menta fresca y un poco de ralladura de limón o naranja.
Es importante dejar enfriar completamente el cheesecake antes de refrigerarlo para obtener la mejor textura.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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