¡La pasta Alfredo con pollo es uno de esos platillos que nunca fallan! Es cremosa, reconfortante y llena de sabor, perfecta para una cena en familia o una ocasión especial. Lo que más me gusta de esta receta es lo fácil que es prepararla, pero con un resultado que parece sacado de un restaurante. Además, el pollo le añade esa dosis de proteínas que la convierte en una comida completa.
La salsa Alfredo tiene sus raíces en Italia, específicamente en Roma. Fue creada por Alfredo di Lelio en 1914, quien la preparó originalmente para su esposa, que tenía problemas para comer después de dar a luz. La receta original solo llevaba mantequilla y queso parmesano, pero cuando llegó a Estados Unidos, se adaptó para incluir crema, convirtiéndose en la versión más conocida fuera de Italia. La combinación de esta salsa cremosa con pollo es una adición moderna que ha conquistado los corazones (y los estómagos) de todo el mundo
El secreto está en la simplicidad de los ingredientes: mantequilla, crema, ajo, queso parmesano y un toque de especias. Todo se mezcla para crear una salsa sedosa que se adhiere perfectamente a la pasta. El pollo, dorado y jugoso, añade una textura y sabor que complementan perfectamente la suavidad de la salsa Alfredo. ¡Es una verdadera delicia!
Puedes personalizar esta receta añadiendo vegetales como brócoli o espinacas para darle un toque fresco y equilibrado. Si quieres darle un giro especial, un poco de nuez moscada o ralladura de limón pueden realzar los sabores de la salsa. Y no olvides servirla con un poco de pan de ajo al lado, ¡la combinación es irresistible!
La pasta Alfredo con pollo es ideal para esos días en los que quieres consentirte con algo delicioso, pero sin complicarte demasiado. Aquí te dejo mi receta favorita para que la prepares en casa y sorprendas a todos con este clásico reconfortante. ¡Buen provecho!
Sazona las pechugas de pollo con sal, pimienta y ajo en polvo.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cocina las pechugas durante 5-6 minutos por lado, o hasta que estén doradas y bien cocidas.
Retira el pollo de la sartén y déjalo reposar durante unos minutos antes de cortarlo en tiras o trozos delgados.
En una olla grande con agua hirviendo y sal, cocina la pasta según las instrucciones del paquete (al dente). Escurre y reserva.
En la misma sartén donde cocinaste el pollo, derrite la mantequilla a fuego medio.
Añade el ajo picado y sofríelo durante 1 minuto hasta que esté fragante.
Incorpora la crema de leche y la leche, removiendo constantemente para mezclar bien.
Agrega el queso parmesano y sigue revolviendo hasta que la salsa esté suave y cremosa.
Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Añade la pasta cocida a la sartén con la salsa Alfredo y mezcla hasta que esté completamente cubierta.
Coloca los trozos de pollo encima de la pasta y decora con perejil fresco picado.
Incorpora brócoli al vapor, espinacas o champiñones salteados para un toque más nutritivo.
Si deseas un sabor más intenso, agrega más queso parmesano al servir.
Agrega un chorrito de jugo de limón fresco a la salsa Alfredo para equilibrar los sabores.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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