El pavo de Acción de Gracias es uno de esos platos que no solo llenan el estómago, sino también el corazón. Cada año, cuando llega noviembre, no puedo evitar emocionarme con la idea de preparar este platillo emblemático que reúne a la familia en la mesa. Es el centro de atención de cualquier cena de Acción de Gracias y tiene un significado especial en muchas culturas, especialmente en Estados Unidos.
Aunque muchos asocian el pavo con los colonos y los nativos americanos, la tradición como la conocemos hoy comenzó en el siglo XVII, cuando los peregrinos celebraron su primera cosecha exitosa con un banquete. El pavo se convirtió en un símbolo de abundancia, y desde entonces ha sido una constante en las mesas de Acción de Gracias. Lo que más me encanta de este plato es cómo cada familia tiene su propia versión. Algunos lo rellenan con hierbas y pan, otros con frutas, y hay quienes lo acompañan con deliciosas salsas como la de arándanos.
Preparar un pavo de Acción de Gracias puede parecer intimidante, pero te aseguro que no es tan complicado como parece. Con un buen adobo, un poco de paciencia y mucho amor, el resultado será espectacular. A mí me gusta marinarlo desde la noche anterior con una mezcla de hierbas, ajo, mantequilla y un toque de cítricos. Esto no solo le da un sabor increíble, sino que también mantiene la carne jugosa y tierna.
Dato curioso: ¿sabías que el pavo casi fue el ave nacional de Estados Unidos? Benjamin Franklin era un gran fan de los pavos y argumentó que eran aves mucho más dignas que el águila calva. Aunque no ganó esa batalla, sí logró que el pavo se convirtiera en un emblema de las celebraciones familiares.
Si estás pensando en preparar un pavo este año, te animo a que lo hagas con calma y lo disfrutes. Es un plato que no solo alimenta, sino que crea recuerdos. ¡Aquí te dejo mis mejores consejos y receta para que prepares el mejor pavo de Acción de Gracias!
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En un tazón, mezcla la mantequilla derretida con el ajo, el romero, el tomillo, la sal y la pimienta.
Seca el pavo con papel de cocina y úntalo generosamente con la mezcla de mantequilla por dentro y por fuera, asegurándote de cubrir toda la piel.
Rellena la cavidad del pavo con las rodajas de limón, la cebolla y las ramas de apio. Esto añadirá aroma y jugosidad al pavo durante la cocción.
Coloca el pavo en una bandeja para hornear con rejilla y vierte el caldo de pollo en el fondo de la bandeja.
Cubre el pavo con papel aluminio y hornéalo durante 2 horas.
Si deseas usar glaseado, mezcla la miel, el jugo de naranja y la mostaza Dijon en un tazón pequeño.
Retira el papel aluminio, unta el pavo con el glaseado y hornéalo durante 1-1.5 horas adicionales, untándolo cada 20 minutos para lograr un acabado dorado.
Usa un termómetro de cocina para verificar la temperatura interna del pavo. Debería alcanzar 74°C (165°F) en la parte más gruesa del muslo.
Retira el pavo del horno y déjalo reposar durante 20-30 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan.
Puedes agregar un relleno tradicional a base de pan, arándanos secos y salchicha si deseas una versión más completa.
Experimenta con perejil, salvia o laurel para variar los sabores.
Sirve con puré de papas, gravy, y vegetales al horno para una comida completa.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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