Te traigo un plato especial que de repente nunca haz escuchado, te hablo del salmorejo uno de esos platos que me transporta directamente al sur de España, más específicamente a Córdoba, donde tiene su origen. Este plato es una sopa fría de tomate, espesa y deliciosa, que se sirve como entrada o acompañamiento. Es ideal para los días calurosos, cuando solo quieres algo fresco y lleno de sabor.
El salmorejo se remonta a tiempos antiguos, cuando las familias españolas aprovechaban los ingredientes básicos y económicos como el pan duro, los tomates maduros, ajo, aceite de oliva y un toque de vinagre. Lo curioso es que, aunque tiene cierta similitud con el gazpacho, el salmorejo es mucho más espeso y cremoso, gracias a la incorporación del pan como base.
Por lo general, el salmorejo se sirve con trocitos de huevo duro y jamón serrano por encima, lo que lo hace aún más especial. A veces me gusta añadir un chorrito extra de aceite de oliva virgen extra al final para intensificar el sabor.
Un dato interesante es que el salmorejo no solo es delicioso, sino también muy nutritivo. Los tomates están llenos de antioxidantes como el licopeno, y el aceite de oliva aporta grasas saludables. Además, es una receta que puedes adaptar fácilmente para que sea vegana, simplemente eliminando los toppings de origen animal.
Preparar salmorejo es súper sencillo: solo necesitas licuar los ingredientes y listo. Además, es un plato que siempre impresiona cuando lo sirves, porque es tan simple como elegante. Si te animas a probarlo, te aseguro que cada cucharada te transportará al corazón de Andalucía. ¡Aquí te dejo la receta para que disfrutes de este clásico español!
Escalda los tomates en agua hirviendo durante 30 segundos y sumérgelos en agua fría. Pela y corta en trozos.
Corta el pan en trozos pequeños y colócalo en un tazón grande. Añade los tomates troceados por encima y deja reposar durante 5 minutos para que el pan absorba el jugo.
En una licuadora o procesador de alimentos, mezcla los tomates, el pan remojado, el diente de ajo y la sal hasta obtener una textura cremosa y uniforme.
Con la licuadora en funcionamiento, vierte lentamente el aceite de oliva para emulsionar la mezcla. Ajusta de sal si es necesario.
Refrigera el salmorejo durante al menos 1 hora antes de servir para disfrutarlo bien frío.
Sirve en tazones individuales y decora con huevo duro picado y trozos de jamón serrano.
Sustituye el pan por una versión sin gluten para adaptarlo a dietas específicas.
Si prefieres un sabor menos intenso, retira el germen del ajo antes de licuarlo.
Para una versión vegetariana, sustituye el jamón por picatostes o frutos secos tostados como almendras laminadas.
Añade un toque de vinagre para un sabor más ácido, si lo deseas.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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