El agua de tamarindo es una de esas bebidas refrescantes que nunca pasan de moda. Crecí bebiéndola en casa y cada vez que la preparo, me transporta a esos días calurosos de verano donde lo único que necesitabas era un buen vaso de agua de tamarindo para refrescarte. Esta bebida es popular en muchos países de América Latina, pero su historia se remonta mucho más allá, ya que el tamarindo es originario de África y fue traído a América por los colonizadores europeos.
Lo que me encanta del agua de tamarindo es ese equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido, con un toque ligeramente amargo que la hace tan especial. El tamarindo es una fruta que se presenta en vainas y tiene una pulpa oscura y pegajosa. Esta pulpa se hierve en agua, se cuela y luego se endulza para crear una bebida ligera, perfecta para cualquier momento del día.
Además de ser deliciosa, el tamarindo es una fruta con muchos beneficios para la salud. Es rico en antioxidantes, vitamina C y tiene propiedades digestivas. No es de extrañar que esta bebida se haya mantenido popular durante tanto tiempo.
Preparar agua de tamarindo en casa es muy sencillo. Solo necesitas tamarindo, agua, azúcar y hielo. Si te gusta más dulce, puedes ajustar el nivel de azúcar, y si prefieres algo más natural, puedes optar por endulzantes como el piloncillo o la miel. ¡Es súper versátil!
Es una bebida ideal para acompañar comidas mexicanas o simplemente para disfrutarla en una tarde soleada. Aquí te dejo mi receta favorita de agua de tamarindo, ¡espero que te guste tanto como a mí!
Pela los tamarindos y retira las cáscaras. Coloca la pulpa en una olla con 1 litro de agua y hierve a fuego medio durante 10-15 minutos, o hasta que la pulpa se haya disuelto y los tamarindos estén suaves.
Retira del fuego y deja enfriar un poco. Luego, cuela la mezcla para separar las semillas y las fibras del líquido. Reserva este concentrado de tamarindo.
En una jarra grande, mezcla el concentrado de tamarindo con el litro adicional de agua. Añade el azúcar y remueve bien hasta que se disuelva completamente. Prueba y ajusta la cantidad de azúcar según tu preferencia.
Si prefieres un sabor más suave, puedes añadir más agua para diluir la mezcla.
Sirve el agua de tamarindo en vasos con hielo. Puedes decorar con rodajas de limón o hojas de menta si lo deseas.
Puedes usar miel, stevia o cualquier otro endulzante natural en lugar de azúcar para hacerla más saludable.
Si usas concentrado de tamarindo comercial, simplemente mezcla el concentrado con agua y azúcar, ajustando la cantidad de concentrado según tu preferencia.
Añade un toque de jugo de limón o naranja para un toque cítrico refrescante.
Si tienes tamarindo deshidratado, puedes remojarlo en agua caliente durante unas horas hasta que la pulpa se suavice y luego seguir el mismo proceso.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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