Para las fiestas navideñas, la natilla se convierte en un postre perfecto para compartir con la familia. Esta versión especial está llena de sabor y tradición.
La natilla es un postre que tiene raíces en la cocina española, pero en América Latina se ha adaptado para ser uno de los postres favoritos durante las festividades. En países como Colombia y Venezuela, es común preparar natilla especialmente en Navidad, ya que su textura cremosa y su sabor suave encajan perfectamente con el espíritu de las celebraciones. Este postre se hace con ingredientes simples, pero con un toque especial que lo hace ideal para compartir en una mesa navideña.
Lo que me encanta de esta receta es que, además de ser fácil de hacer, puedes darle un toque navideño añadiendo especias como canela, clavo de olor o nuez moscada. También puedes incluir un toque de licor, como ron o aguardiente, para darle un sabor festivo y calientito. Y si quieres que se vea aún más especial, ¡agrega algunas frutas secas como pasas o almendras picadas!
En algunas familias, la natilla se prepara con leche condensada o se decora con un poco de chocolate rallado. Esto le da un toque más dulce y festivo. Además, la natilla es tan versátil que puede acompañar cualquier platillo navideño, desde la cena hasta el café de la tarde.
Si buscas un postre navideño fácil de hacer, delicioso y lleno de tradición, la natilla navideña es la opción perfecta. ¡Prepara esta receta y compártela con los tuyos!
En un tazón pequeño, disuelve la fécula de maíz en 1/2 taza de leche fría, asegurándote de que no queden grumos.
En una olla grande, vierte el litro de leche restante y agrégale la rama de canela, los clavos de olor y la pizca de sal. Calienta a fuego medio, removiendo ocasionalmente para evitar que la leche se queme
Cuando esté a punto de hervir, agrega el azúcar y continúa removiendo hasta que se disuelva completamente.
Una vez que la leche con el azúcar esté caliente, agrega la mezcla de maicena disuelta en leche fría. Remueve constantemente para evitar que se formen grumos.
Cocina a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese, lo cual tomará aproximadamente 10-15 minutos.
Cuando la mezcla haya espesado y tenga una consistencia cremosa, agrega la esencia de vainilla y el coco rallado (si decides usarlo).
Remueve bien y cocina durante 2 minutos más.
Añade la mantequilla y la crema de leche (si usas). Continúa removiendo hasta que la mantequilla se derrita completamente y la mezcla esté suave y cremosa.
Vierte la natilla en un molde grande o en moldes individuales. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por al menos 2 horas, o hasta que esté completamente fría y firme.
Sirve la natilla fría, decorada con un poco de coco rallado extra, si lo deseas. Puedes acompañarla con una galleta o una bebida caliente, dependiendo de tu preferencia.
Si prefieres una natilla sin coco, puedes omitirlo y la receta igualmente quedará deliciosa.
Para darle un toque diferente, puedes agregar ralladura de limón o naranja en lugar de la vainilla para un sabor más cítrico.
Si deseas una natilla aún más cremosa, aumenta la cantidad de crema de leche.
Es importante remover constantemente la mezcla para evitar que se formen grumos y para asegurar que no se pegue al fondo de la olla.
Puedes decorar con nueces, almendras o incluso frutas frescas si lo prefieres.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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