Uno de mis postres favoritos son los rollos de canela, uno de esos postres que siempre te hacen sentir como en casa. Tienen una combinación perfecta entre lo esponjoso del pan y el toque dulce y especiado de la canela, que es simplemente irresistible. A mí me encanta prepararlos cuando tengo antojo de algo dulce o cuando quiero sorprender a mi familia con un desayuno especial.
Este postre tiene su origen en Europa, específicamente en Suecia, donde se les conoce como “kanelbullar”. Los suecos incluso celebran el “Día del Rollo de Canela” cada 4 de octubre, lo que demuestra lo queridos que son. Con el tiempo, estos rollos se popularizaron en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde se les da un giro un poco más dulce, añadiendo glaseado de azúcar o queso crema.
Lo especial de estos rollos de canela es su forma en como se preparan. Se enrolla la masa con una mezcla de azúcar y canela, lo que crea esas deliciosas capas que se deshacen en cada bocado. Además, puedes personalizarlos a tu gusto: algunos les agregan pasas o nueces, mientras que otros prefieren mantenerlos simples y dejar que el glaseado se lleve todo el protagonismo.
Son perfectos para un desayuno de domingo o para acompañar una taza de café por la tarde. ¡Y el aroma que deja en la casa mientras se hornean es simplemente irresistible! Asi que si nunca los has preparado, te aseguro que no te arrepentirás de intentarlo. Aquí te dejo mi receta de rollos de canela, ¡espero que los disfrutes tanto como yo!
En un tazón grande, mezcla la levadura con la leche tibia y el azúcar. Deja reposar durante 5-10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
Añade la mantequilla derretida, el huevo y la sal, y mezcla bien.
Incorpora poco a poco la harina y amasa la mezcla hasta obtener una masa suave y elástica, alrededor de 8-10 minutos. Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina.
Coloca la masa en un tazón ligeramente engrasado, cúbrela con un paño de cocina y deja que repose en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.
En un tazón pequeño, mezcla la mantequilla suave con el azúcar morena y la canela hasta obtener una pasta suave.
Una vez que la masa haya subido, extiéndela en una superficie ligeramente enharinada en forma de rectángulo (aproximadamente 40 x 30 cm).
Unta la mezcla de mantequilla, azúcar y canela uniformemente sobre la masa extendida.
Enrolla la masa desde el lado más largo, formando un rollo. Corta el rollo en 12-15 porciones iguales.
Coloca los rollos de canela en una bandeja para hornear engrasada o forrada con papel pergamino, dejando un poco de espacio entre cada uno para que crezcan. Cúbrelos nuevamente con un paño y deja reposar durante 30 minutos adicionales.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea los rollos durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y cocidos por dentro.
Mientras los rollos se hornean, mezcla el azúcar glas, la leche y la vainilla en un tazón pequeño hasta obtener un glaseado suave. Si prefieres un glaseado más espeso, agrega más azúcar glas.
Una vez que los rollos estén listos, retíralos del horno y deja que se enfríen ligeramente. Unta o rocía el glaseado por encima mientras aún estén calientes.
Puedes agregar pasas o nueces picadas al relleno para un toque diferente.
Para una versión más cremosa, sustituye el glaseado tradicional por uno de queso crema mezclando 100 g de queso crema, 1/2 taza de azúcar glas, y 1-2 cucharadas de leche.
Si tienes prisa, puedes acelerar el levado colocando la masa en un lugar cálido como el horno apagado con la luz encendida.
Si quieres un toque cítrico, agrega ralladura de limón o naranja al glaseado.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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