La salsa pesto es una de esas joyas culinarias italianas que siempre dan un toque especial a cualquier plato. Esta salsa verde, rica en sabor y aromas, tiene sus orígenes en la región de Liguria, al norte de Italia, y es especialmente popular en la ciudad de Génova. Lo interesante es que la receta del pesto, tal como la conocemos hoy, ha permanecido casi intacta desde hace siglos, lo cual es asombroso para una receta tan simple.
La palabra “pesto” viene del italiano pestare, que significa machacar o moler, y es justamente así como se prepara: machacando albahaca fresca, ajo, piñones, queso parmesano, y aceite de oliva en un mortero hasta formar una pasta. Aunque ahora usamos procesadores de alimentos, el método tradicional sigue siendo insuperable en cuanto a textura y sabor. ¡La frescura de la albahaca y el aroma del ajo recién molido son incomparables!
Personalmente, me encanta usar pesto en todo: pasta, pizzas, ensaladas, o incluso como aderezo para sándwiches. Es increíble cómo un simple toque de esta salsa puede transformar un plato en algo totalmente diferente y lleno de sabor. Además, lo bueno del pesto es que puedes hacer tu versión personalizada. Si no tienes piñones, puedes usar nueces o almendras. Si quieres probar algo más fuerte, añade un poco de pecorino en lugar del parmesano.
Un dato curioso es que en Italia se toma muy en serio la tradición de preparar el pesto en mortero. Incluso hay competencias para elegir al mejor pesto genovés, donde lo esencial es la frescura y calidad de los ingredientes.
Si buscas una salsa que aporte frescura, intensidad y versatilidad, el pesto es tu mejor aliado. Prepararlo en casa es súper sencillo y el resultado es una salsa que sabe a verano italiano, a ingredientes frescos y a la magia de la cocina casera. ¡Anímate a probarlo, seguro que te encantará!
En una sartén pequeña, tuesta los piñones a fuego medio durante unos 2-3 minutos, moviéndolos constantemente para evitar que se quemen. Esto realzará su sabor.
En el procesador de alimentos, añade las hojas de albahaca, el queso parmesano, los piñones tostados y los dientes de ajo.
Procesa los ingredientes hasta que estén bien combinados.
Con el procesador en marcha, vierte el aceite de oliva poco a poco hasta obtener una textura suave y homogénea.
Ajusta con sal y pimienta al gusto, y mezcla nuevamente para incorporar bien los condimentos.
Usa la salsa pesto de inmediato para acompañar pasta, pollo, ensaladas, o incluso para untar en pan. Si no la usas toda, almacénala en un frasco de vidrio en el refrigerador hasta por una semana.
Para evitar que el pesto se oxide, cubre la superficie de la salsa con una fina capa de aceite de oliva antes de tapar el frasco.
Si los piñones no están disponibles, puedes sustituirlos por nueces, almendras o incluso pistachos para darle un toque diferente.
Tradicionalmente, el pesto se hace en mortero, triturando los ingredientes a mano para una textura rústica.
Agrega una cucharada de crema de leche si prefieres una salsa más suave y cremosa.
Omite el queso parmesano o sustitúyelo por una versión vegana o por levadura nutricional para obtener un toque similar.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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