Hoy quiero compartir con ustedes una receta deliciosa y fácil de preparar: pollo al pesto. Si te gustan los sabores frescos y aromáticos, este platillo es perfecto para ti. Es ideal para una comida rápida, pero llena de sabor, ¡y siempre queda espectacular!
El pesto es una salsa originaria de Italia, específicamente de la región de Liguria. Se cree que su nombre proviene de la palabra italiana pestare, que significa «machacar» o «triturar», ya que originalmente se preparaba machacando los ingredientes con un mortero. El pesto tradicional se hace con albahaca, piñones, ajo, queso parmesano, aceite de oliva y sal. Es una salsa muy versátil que se puede usar en pastas, ensaladas, carnes y más. El pollo al pesto es una de las muchas formas de disfrutar esta deliciosa salsa, y combina perfectamente con el pollo, realzando su sabor con las hierbas frescas y el toque de ajo.
Lo que me encanta de esta receta es lo fácil y rápido que es hacerla. Simplemente cocinas el pollo de la manera que más te guste (a la parrilla, al sartén o al horno), y luego lo bañas con pesto. La frescura de la albahaca, el toque de ajo y el sabor suave del queso parmesano hacen que el pesto le dé un giro delicioso a cualquier platillo, ¡y el pollo no es la excepción! Además, puedes acompañarlo con arroz, pasta o una ensalada fresca para tener una comida completa.
El pesto no solo es delicioso, sino también saludable. La albahaca, el aceite de oliva y los piñones contienen antioxidantes y grasas saludables, lo que hace que este platillo sea nutritivo además de sabroso. Si buscas algo rápido, delicioso y lleno de sabor, el pollo al pesto es la receta ideal. ¡Te aseguro que se convertirá en uno de tus platillos favoritos!
Lava las pechugas de pollo y sécalas con papel absorbente. Si las pechugas son muy gruesas, puedes cortarlas a la mitad para que se cocinen más rápido y de manera uniforme.
Rocía las pechugas con aceite de oliva y sazona con ajo en polvo, sal y pimienta al gusto.
Si lo deseas, puedes agregar un poco de jugo de limón para darle un toque fresco al pollo.
Calienta una sartén grande a fuego medio-alto. Coloca las pechugas de pollo y cocínelas durante 5-7 minutos por cada lado, o hasta que estén completamente cocidas y doradas.
El tiempo de cocción puede variar dependiendo del grosor de las pechugas, así que asegúrate de que el pollo esté bien cocido (la temperatura interna debe ser de 75°C o 165°F).
Una vez que el pollo esté cocido, reduce el fuego a medio-bajo. Agrega el pesto sobre las pechugas de pollo, cubriéndolas bien con una capa generosa de pesto.
Cocina durante 2-3 minutos más para que el pesto se caliente y se adhiera bien al pollo.
Sirve el pollo al pesto en platos individuales. Si lo deseas, espolvorea queso parmesano rallado por encima para un toque extra de sabor.
Puedes decorar con tomates cherry y hojas de albahaca fresca.
Si prefieres hacer tu propio pesto, puedes mezclar albahaca fresca, ajo, piñones (o nueces), aceite de oliva, queso parmesano y sal en un procesador de alimentos hasta obtener una mezcla suave.
Si no te gusta el pollo, puedes usar pechugas de pavo o incluso pescado como el salmón.
Si prefieres una salsa extra, puedes añadir un poco de crema de leche al pesto mientras se calienta para hacer una salsa más suave y cremosa.
Este pollo al pesto queda delicioso con pasta, arroz o una ensalada fresca como acompañamiento.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
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