Si necesitas complementar una receta de pasta, la salsa a la boloñesa es una de esas recetas que es muy común y fácil de hacer. Es un clásico italiano que, aunque sencillo, está lleno de sabor y tradición. Originaria de Bolonia, en la región de Emilia-Romaña, esta salsa es conocida por su textura espesa y su combinación perfecta de carne, tomates y especias. Para mí, es la estrella de cualquier plato de pasta.
Lo genial es que la boloñesa tradicional, conocida como ragù alla bolognese, no se sirve comúnmente con espaguetis, como muchos pensamos. En Italia, suele acompañarse de tagliatelle, una pasta larga y ancha que combina perfectamente con la textura de la salsa. También es el relleno clásico de lasañas y canelones.
Una de las cosas que más me encanta de esta receta es que puedes personalizarla según tus gustos. Algunos usan carne de res y cerdo, mientras que otros añaden panceta o vino blanco para realzar los sabores. El truco está en cocinarla a fuego lento durante horas para que todos los ingredientes se fusionen y logres ese sabor profundo que caracteriza a una buena boloñesa.
Ademas la salsa boloñesa tiene tanto impacto cultural que incluso existe una receta oficial registrada en la Cámara de Comercio de Bolonia. Aunque cada hogar italiano tiene su propia versión, esta salsa representa la calidez de una comida casera bien hecha.
Si quieres llevar la cocina italiana a tu mesa, te invito a probar esta receta. Es perfecta para una comida en familia o una cena especial. ¡Te aseguro que el aroma que llenará tu cocina hará que todos quieran probarla!
Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio.
Sofríe la cebolla, el apio y la zanahoria durante 5 minutos o hasta que estén suaves. Agrega el ajo y cocina por 1 minuto más.
Añade las carnes molidas de res y cerdo a la olla. Cocina a fuego medio-alto, desmenuzando la carne con una cuchara de madera, hasta que esté dorada y bien cocida.
Vierte el vino tinto y cocina durante 2-3 minutos, raspando el fondo de la olla para levantar los sabores. Deja que el vino se reduzca un poco.
Agrega el puré de tomate, el caldo de carne, las hojas de laurel, el tomillo y el orégano. Mezcla bien y sazona con sal y pimienta al gusto.
Reduce el fuego a bajo, tapa parcialmente la olla y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante 1 hora, removiendo ocasionalmente. Esto permitirá que los sabores se mezclen y se intensifiquen.
Al final de la cocción, añade la leche y mezcla bien. Esto suaviza la acidez del tomate y le da un toque cremoso.
Retira las hojas de laurel y sirve la salsa sobre pasta cocida caliente. Espolvorea con queso parmesano rallado si lo deseas.
Puedes sustituir la carne de cerdo por carne de cordero o panceta picada para un sabor más intenso.
Cambia las carnes por lentejas cocidas o champiñones picados.
Si no tienes caldo de carne, usa agua con un poco de caldo en polvo.
Para una opción sin alcohol, sustituye el vino tinto por más caldo o jugo de uva sin azúcar.
Esta salsa se conserva perfectamente en el refrigerador hasta por 3 días o en el congelador por 3 meses.
Chef Goya es un renombrado experto culinario, conocido por su habilidad para transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Con más de dos décadas de experiencia en las cocinas más prestigiosas del mundo, ha perfeccionado el arte de la cocina, fusionando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Nacido en una familia Mexicana apasionada por la gastronomía, Chef Goya desarrolló su amor por la…
Seguir leyendo